Qué desesperados parecen estar algunos diputadetes veracruzanos por aparentar y convencernos de que sí trabajaron durante su gestión y se ganaron, aunque sea parcialmente, los bárbaros salarios que se tienen asignados.
Yo no sé si recibieron alguna línea de parte de la oficina del gobernador (que es a quien realmente sirven y no a sus supuestos representados, que somos quienes realmente les pagamos) para hacer ruido legislativo local y acallar los cañonazos que se está refinando desde San Lázaro uno de los más serios contendientes a la gesta del 2012, mientras el gallo jarocho le hace al “explorador”.
Y es que, caramba, ya no se imagina uno que de verdad no se den cuenta del ridículo que hacen con su improvisada ley de protección a los animales, en primera, como si en verdad fuera una prioridad para el país proteger a los gatitos, los perritos y los animalitos del bosque, contra una lista tan grande de otras circunstancias que atender y que son ignoradas, tanto que no menciono ninguna para no caer en clichés. Lo peor de eso es ver, como siempre, la impresionante ignorancia sobre el tema que los mismos gestores de la ley demuestran, arrojando al aire escupitajos que impactan directamente a las comunidades en sus ámbitos económicos, turísticos y culturales. ¿O acaso no han visto cómo se pone la carretera a Xico precisamente los días de la suelta de toros y de la corrida grande?, ¿qué porcentaje de la economía anual de toda la región se les ocurre que representa esa derrama?
Mejor se hubieran puesto a legislar, aunque le hicieran como Manlio Fabio Beltrones, que se guardó sus mejores baterías para el final y ahora sí, hay que callarlo, que no se vea tanto, háganle ruido para que me pueda ver más yo. La estrategia del gallo local ha sido de lo más burda, pero apegada a su escuela, eso si. No pudo ser más obvia la conferencia de prensa del miércoles 13 de su monigote Ranulfo Márquez, pidiéndole que se postule a la presidencia, para que los medios oficialoides, como borreguitos, fueran a preguntarle al señor si se avienta o no y darle la oportunidad de hacerse el “explorador”. Curiosamente oportuna, apenas esa misma semana, comenzó a circular en los correos electrónicos de los veracruzanos un amplio “currículum” de Beltrones, en el que se destacan sus supuestos vínculos con el narcotráfico y una supuesta orden de aprensión de la DEA. El correo incluso le pega a su partido, el PRI, y se difunde en tipografía azul, para conducir a deducciones. Sin embargo, viéndolo bien, los panistas son demasiado ególatras y pagados de su militancia como para no identificarse plenamente, ellos habrían puesto sus siglas, su escudo y hasta sus consignas, lo que nos lleva a que dicho mensaje es más el clásico “fuego amigo”, alguien que tira la piedra y esconde la mano, que pretende camuflarse tras la cobarde máscara del anonimato. Alguien más bien oscuro y ponzoñoso, como a lo que nos tienen acostumbrados.
¿Cuál fue la respuesta recibida?, Beltrones abordó el tema de la alternancia y la reforma al sistema presidencial en Nueva York, donde la DEA no lo detuvo. Además, el pleno del senado aprobó la iniciativa de Ley de Fomento al Primer Empleo propuesta por Beltrones, más la creación del artículo 226 bis a la Ley del ISR para apoyar la producción teatral en el país.
¡Y mientras, en Veracruz, ésta babosa remedo de teibolera y diputada de bisutería, desesperada por conseguirse un hueso (¡ya el que sea!) en la próxima administración, se pone a proponer una ley al garete, azuzada por los “animalistas” citadinos, recolectores de perros abandonados, ignorantes de las características propias de las especies animales y las implicaciones económicas y ecológicas de sus ocurrencias! Pero como la niña no la pegó en cultura (que no se le da), no la pegó en educación, no la pega en comunicación, ha de esperar que al menos la hagan directora de la perrera municipal.
¿Un cafecito perrón, mientras tanto?