domingo, 18 de abril de 2010

Café Internacional


¿Y qué le ocupa al mundo en estos días?
Como en México somos bien trascendentes, lo más relevante y destacado en medios impresos y electrónicos ha sido el rumoreo sobre la salud de Luis Miguel. ¡Por favor! Ya que se muera, es alguien francamente prescindible en el mundo. Buen cantante, si quieren, pero un desagradecido con la vida, no se la merece, ¿o acaso alguien le ha sabido de un solo, UN SOLO acto de altruismo con el que el señor pretendiera redituarle a la vida todo lo bueno que la vida ha sido con él? Cualquier nombre: Ricky Martin, Shakira, Juanes, Miguel Bossé, Sting, Bono, Alejandro Fernández, ¡CUALQUIERA! ha dado algo, ha hecho algo alguna vez a favor de alguna causa, alguna organización, alguna fundación: terremotos, tsunamis, cáncer, drogas, huérfanos, parias, ¡ALGO!, ¿pero Luis Miguel? No, él no le ha brindado nada a nadie. Definitivamente no se merece la vida que tiene, que haga algo bueno y deje de consumir oxígeno en este mundo.
Por cierto, doble éxito obtuvo en estos días de abril el escritor mexicano Juan Villoro: primero, recibió el Premio Iberoamericano de Periodismo Rey de España por el reportaje “La alfombra roja. El imperio del narcoterrorismo”, publicado en el Periódico de Cataluña en febrero de 2009; y luego, resultado de la encuesta que el canal 22 de televisión levantó para elegir lo más relevante de las artes del 2000 a la fecha, su obra “El Testigo” obtuvo la mayor votación en la categoría de mejor novela nacional.
Y mientras aquí ponen a discusión el tema de regresar a la enseñanza religiosa en las escuelas, en España los historiadores reclaman la enseñanza no confesional de las religiones mediante un manifiesto llamado Plan Bolonia, en el que se concluye, entre otras cosas, que resulta inaceptable que la catequesis confesional sustituya a la enseñanza pública pues, al adecuarse a determinados sistemas teológicos, no puede contribuir a la integración y a la convivencia. Ojo diputados y senadores, la dirección es hacia adelante, no para atrás.
¿Café árabe, francés o colombiano?

domingo, 11 de abril de 2010

Juegos y jugadas


Pero por supuesto que no. Ni la diputada Nelly Herrera Miranda ni nadie en el estado tiene la menor maldita idea de dónde demonios están los recursos etiquetados para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 que tendrán su sede en Veracruz.
¿Y cómo habría de ser? Es más, ¿Para qué?, si la propia copresidenta y directora general del dichoso comité organizador está completamente al margen de dichas actividades, mucho más entretenida en mantener de pié su campaña por la alcaldía de la capital veracruzana, lo cual seguro le será significativamente más redituable, así que ¿para qué preocuparse de unos estúpidos jueguitos deportivos?.
Ah, pero eso sí, aquí nadie es malpensado, ni imaginarse que la copresidenta utilizara su posición en el comité de los mentaos juegos de manera inmoral, como por ejemplo, para lograr alguna recomendación que presionara sobre su designación a la candidatura; ni mucho menos imaginarse que ese presupuesto que nadie sabe donde está, pudiese ser utilizado con fines electorales, no señor, ni pensarlo.
Al margen de eso, lo que sí habría que tomar en cuenta es, nuevamente, si los esfuerzos y recursos aplicados para su campaña valdrán la pena, porque con ese famoso cierre de precampaña en Xallitic, de verdad que dieron pena ajena. Caray, por más cerradas que hicieron las tomas fotográficas, con un par que se abrieron tantito cualquiera puede ver que con trabajos llenaron la mitad de la plazuela, ¿eso es todo el jalón que puede dar la candidata? Y ojo, nomás chéquense con cuantos seccionales de las colonias periféricas ya se agarró de la greña, a gritos y mentadas de madre como buena tortillera (sin mayor alusión). Y luego pregunten cuántos de esos seccionales ya están trabajando con el candidato panista Miguel Ángel Yunes como resultado de los incidentes con la señora.
Si siguen así, hasta el PAN tiene oportunidad aunque le lance a completos desarraigados como Fernando Pérez Vignola, quien a pesar de darse a conocer por su pésima labor al frente de la delegación del Centro INAH-Veracruz, (con sede en el puerto de Veracruz y no en Xalapa), es un tipo tan intrascendente que nadie en la capital lo reconoce (y menos cuando se publicita a sí mismo con fotos de hace 20 años).
¿Piquete pal café?

jueves, 8 de abril de 2010

De la olla


Como muchas de las cosas que hace el Ayuntamiento, todos los trabajos se van quedando a medias: en el puente Xalapa-Banderilla no terminaron de limpiar la tierra acumulada en las orillas del camellón, sólo lo hicieron como pura pantalla en las banquetas exteriores, las de los carriles de baja velocidad, en tanto que las orillas del camellón central, las de los carriles de alta velocidad, hasta parece que ahí la amontonaron con las tremendas costras de arena que ya no limpiaron.
Y en el tan mentado Circuito Intercolonias, que venían remendando desde atrás de Jardines de Xalapa, los vecinos notaron con decepción que las máquinas ya se fueron y ni rezando toda semana santa porque volvieran el Ayuntamiento se apiadó de ellos, por lo que se anotan otro trabajo inconcluso, pues todo el último tramo, desde la primaria “Gregorio Torres Quintero” hasta la avenida Hernández Castillo, se quedará intransitable como está por la cantidad y profundidad de los tremendos baches que la aquejan y que generan polvo, tierra, tránsito lento, daños en sus autos y riesgos de caídas para quienes cruzan las calles, especialmente niños y ancianos.
Y digo Hernández Castillo porque ya ni para pensar que se seguirían hasta la Colonia Revolución, porque a la Avenida México, que es de altísimo tránsito, también le hace falta su parchada. Por cierto, ¿se acordarán los vecinos de las colonias del circuito qué alcalde les mandó a hacer tan mal trabajo de asfaltado que no duró ni diez años, pero que se los cobraron como si hubiera sido pavimento hidráulico?, sí, fue Reynaldo Escobar, por si quieren cobrárselo, pueden hacerlo con votos.
¿Café de olla?

martes, 6 de abril de 2010

Variadas de café


Chequen las pintas de Miguel Ángel en colonias: ¿”¡Alégrate!”?, ¿así, de plano, como el semanario de la arquidiócesis que reparten cada domingo en las misas de toda la ciudad?... ¿y luego, qué sigue?, ¿que el padre Rafael Muñiz sea su publirrelacionista?... y entre los dos, proclamarán su siguiente slogan de campaña: “¡dejad que los niños se acerquen a mi!”, ¿o “dejad que yo me acerque a los niños”?. Éstos no los hace dios, pero de todas formas se juntan.
Pregunta: ¿saben cuál fue el slogan de campaña del candidato opositor (léase perdedor) a Michelle Bachelet cuando ésta ganó la presidencia de Chile? Respuesta: "¡Viene lo bueno!". ¿Alguna reminiscencia?.
Y aprovechando el tumulto, otros se aparecieron en los viacrucis, como si de veras. Américo y Aceves sí son católicos, pero por eso se hubieran ido a su parroquia, con su familia, en lugar de aprovecharse de los rituales de los creyentes. La Morales ya ni la friega, si ni carne come y no por vegetariana, sino porque es judía, ¿o qué, no lo sabían?; y no tiene nada de malo profesar, pero entonces no fuiste por fe, fuiste a lucirte y aprovecharte, y eso no se vale, ¿así pretendes gobernar?. ¡Caramba!.
Por cierto, ¿qué son esas declaraciones de que le piensas meter toda la lana a la cultura y no a hacer grandes obras para Xalapa?, ¿tampoco piensas meterle dinero a las obras que hacen falta en las colonias? ¡Aclarando amanece! Además, ¿te refieres a cultura o a espectáculo?, cultura son bibliotecas, salas de lectura, teatros comunitarios en colonias y congregaciones, galerías itinerantes, lo demás es showbusiness, eventos para quien puede pagarlos y no para el pueblo, socialité, negocios tuyos y de tus asesores. ¿De qué va la cosa?.
Ya, en serio, ¿de verdad no creen que Ricardo Ahued puede hacer un mejor papel como alcalde? Heredar a la capital del estado un gobierno tan despótico y nefasto como sería el de Morales, no va a dejar un buen recuerdo. Que conste.
¿Café o té?

sábado, 3 de abril de 2010

Seguimos en Elizabethtown


Es de considerarlo. El mayor riesgo que representa Elizabeth está en su ego.
Así de fácil, Elizabeth Morales está que no cree en nadie. Y además tiene muy mala memoria: se olvida fácilmente que ella no tiene trabajo político ni partidista que la respalde, que ella misma es una arribista, una fabricación del sistema que la fortaleció desde el Palacio de Gobierno.
Hoy, ella no cree en nadie, no considera que le deba nada a nadie.
No ha entendido que la necesidad de que se presente en todas las imágenes flanqueada por los precandidatos a la diputación, tiene motivos más graves que la consabida “unidad”, tiene la intención de apuntalar su candidatura para que no se tambalee.
Ella no considera que le deba rendir cuentas a nadie: un par de comentarios deslizados en corto y escuchados por mera casualidad, son más que suficientes: Elizabeth Morales no se considera agraciada por haber sido designada precandidata, ella está segura que se la merece, que “se la ganó” y que además “venció” al gobernador. “Se la gané, no pudo conmigo”. ¡UPS!.
En esa medida, no cree que se la deba a nadie, pues de hecho siente que obligó al gobernador Fidel Herrera y a su partido, en una demostración de fuerza, a que la nombraran candidata. Eso la vuelve peligrosa en tanto que no está dispuesta a rendir cuentas.
A estas alturas ni siquiera el grupo de mujeres que la respaldaron figura en su cabeza (esas que conformaron una extraña agrupación de mujeres “notables”, funcionarias en activo y en la banca cuya mano y asesoría se ha dejado ver en su actuar)… nada, ella siente que camina sola, todapoderosa.
Vaya, hasta su principal protector y promotor debe sentir que ya no puede con ella.
¿Quién?, pues el mismo que le enseñó la estrategia de gritar más fuerte; ése que mueve a todos los grupos de manifestantes y bloqueadores de calles; ése cuyos alfiles se dejaron ver en las tomas de 20 de noviembre para reventarle al alcalde los ejes viales que tanta agilidad le dieron a la ciudad mientras duraron; el mismo bajo cuyo manto, desde que fue alcalde, crecieron todos los actuales líderes conflictivos que gustan de gritar más fuerte y cerrar calles, como Rosa Murrieta que sin ningún respeto trae en jaque a los vecinos del Dique con sus ambulantes a los que estafaba pidiéndoles dinero para extorsionadores inexistentes, como Orfilio García al que ayudó a independizarse de Antorcha Campesina y crear su propia organización para hacerle le vida de cuadritos a cada alcalde en turno, como Juan Piedra que ha sido su más eficiente línea de golpeo, como Fidel Guerra que hasta a su propia gente pone en riesgo al exceder el cupo del tianguis clavijero; ése al que el gobernador mantiene porque sabe tenderse de alfombre como nadie.
Ése que la promovió, porque sabía que los otros probables candidatos no le permitirían manipularlos para mantener el poder que aún quiere tener colocando a incondicionales suyos en posiciones estratégicas del Ayuntamiento, como lo ha hecho en las dos últimas administraciones; el mismo que ahora, justo antes de la elección, presionó al ayuntamiento para reencarpetar el asfalto del famoso circuito intercolonias que él hizo durante su administración municipal, con tan mala calidad que ya estaba hecho un desastre intransitable en muchos tramos.
Ése precisamente, que reina y quiere seguir reinando, pues ni a ése le hace caso Elizabeth, porque siente que ella lo puede todo y lo ha hecho todo, sola, sin apoyo ni ayuda, y por eso no le debe fidelidad a nadie. Así lo dice.
¿Un cafecito?

viernes, 2 de abril de 2010

Más riesgos en Elizabethtown


Uno de los mayores riesgos que representa Elizabeth Morales es su falta de identificación real con ningún sector social xalapeño.
Si su hoy tan mentada preferencia sexual no debiera representar inconveniente alguno, vamos, ni siquiera tendría que ser tema a tocar, ella misma lo ha convertido en un problema y un riesgo latente para la elección, pues a causa de hacer tan notorio el asunto un muy amplio sector conservador existente entre el padrón de votantes xalapeños, que va desde los conservadores moderados hasta los altamente conservadores, han expresado rotundamente su negativa de voto a una candidata cuya moralidad cuestionan, (incluyendo alas muy poderosas y nutridas de las iglesias cristianas y católica que ya se han pronunciado en contra y quienes, por cierto, decidieron hacer alarde de fuerza y número de votantes a movilizar durante los eventos masivos que promovieron en esta Semana Santa). En contrapeso, una creciente corriente liberal, que también se mueve desde los liberales moderados hasta los muy liberales, ven con recelo el que la candidata no acepte asumir su condición y preferencia y, peor aún, que la niegue de hecho al modificar todo su guardarropa, cambiando sus sacos y pantalones corte sastre de toda la vida para pretender proyectar una feminidad artificial con faldas cortas y blusas escotadas que a ella misma le incomodan, y al acrecentarse el fuerte rumor de una boda armada sólo para ostentar una falsa imagen familiar funcional.
Así que rechazada por los conservadores y conflictuada con los liberales, los votos que le quedan por extraer son de los indiferentes, los apáticos y los ignorantes, pero estos tres grupos generalmente engrosan las filas de los abstencionistas. No parece un panorama promisorio.
Siendo así, no suena tan descabellada la idea de buscar otra opción, ¿Quiénes quedan en la lista?, ¿Reynaldo Escobar, Ricardo Ahued?, ¿Dalia Pérez, Gela Frutis?, de hecho sólo hay uno al que, únicamente con pararse al frente, consejeros y electores ungirían por aclamación, ¿o no?.
¿Otro cafecito?

jueves, 1 de abril de 2010

Riesgos en Elizabethtown


No hay duda que a pesar de los esfuerzos por hacer de ella la candidata ideal, Elizabeth Morales sigue representando varios y grandes riesgos para su partido. En el intento de convertir a Xalapa en Elizabethtown, se está haciendo vista ciega a hechos evidentes.
Entre lo que tendría que ser más sintomático para quien toma las decisiones políticas en Veracruz (ya dijimos en entrada anterior que definitivamente ni el partido ni los sectores tienen mano ahí) está, por ejemplo, el preciso día en que se llevó a cabo el registro de Morales como precandidata a la alcaldía en la sede del PRI estatal. No es necesario escuchar las versiones de quienes cuentan con intereses en el asunto, basta con ver las imágenes: el auditorio Jesús Reyes Heroles, siendo un espacio tan reducido, no estuvo “abarrotado” para llevar a cabo el registro, ni siquiera “saturado”; si vemos las fotos, apreciamos un auditorio apenas “lleno”; no “muy lleno”, sólo “lleno” a secas, incluso se pueden apreciar espacios vacíos. Eso no parece síntoma de un candidato “arrasador”. Incluso se pueden apreciar grupos de mujeres en la parte baja que gritan con más desesperación que entusiasmo tratando de armar el mayor alboroto posible (nuevamente la estrategia de “gritar más fuerte”) que contrastan con la pasividad de quienes observan desde la parte superior del auditorio. Nada de eso pareciera garantizar realmente una votación abrumadora. De hecho casi no hay fotos de la explanada exterior para no evidenciar que ahí tampoco había oleadas de gente apoyándola.
Otro significativo indicador se dio en la tan cacareada “Comida de la Unidad”, en la que la estrategia de “gritar más fuerte” de las alborotadoras de Morales ni siquiera funcionó, contra el grito de “Américo, Américo” arrojado con insistencia por los miembros de sectores y seccionales ahí reunidos, más como muestra de reproche y rechazo que como muestra de adhesión. La circunstancia se tornó tan grave, ante la posibilidad de que una situación así se desbordara de dicho evento (con lo que incluso podría inducirse un elemento estatuario en la reunión de consejo, como es la designación por aclamación) que el propio precandidato a la gubernatura, Javier Duarte, recibió la instrucción de modificar el discurso concertador y amable de unidad que tenía preparado, para escupir lo que se convirtió en un llamado a la disciplina y la subordinación que por momentos pareció angustiante.
El condicionamiento de la base militante a la obediencia (debilidad y fortaleza de su partido) fue lo que salvó en ese momento la situación, pero el síntoma no desapareció y debe ser considerado seriamente. Morales ha enfrentado en sus recientes recorridos por Xalapa un rechazo al que no está acostumbrada, en cada punto y evento al que se presenta aparece, en contrapeso a los organizadores que le reúnen gente para recibirla con loas, grupos espontáneos que se acercan a manifestar abiertamente su descontento hacia su candidatura. Son grupos desarticulados cuya falta de organización denota precisamente una peligrosa espontaneidad y los cuales en más de una ocasión han sido más numerosos que los propios anfitriones, obligándola a salir de la zona casi huyendo, protegida por la prepotencia majadera de sus esbirros.
Aún hay opciones, sin duda, antes de dejar en manos tan dudosas la suerte de la capital del estado. Es necesario abrir los ojos y oídos a hechos evidentes y no sólo a quienes, por cercanía y en voz baja, hablan por sus propios intereses.
¿Cafecito?