lunes, 11 de abril de 2011

Burro Ignorante

Si una palabra puede definir a la Emperatriz de Xalapa, sin duda es “ignorante”. 

Ignora cuál es su salario y el de sus subordinados. Ignora el monto que la comuna destina a procesos electorales. Ignora si su candidato ganó o perdió en El Castillo, pues ignora que no era su papel meter las manos en el proceso, porque ignora cómo hacerlo y por eso cometió intromisiones tan cínicas, propias de quien le importa un comino que lo vean porque se siente “en la cumbre del pinche poder”. Pero claro, ella ignora que no está por encima de la ley que con tanto afán cree pisotear. Por eso las negociaciones las están sudando sus mapaches mayores, Jaime Cisneros y Mauro Solano, porque ella ignora cómo hacerlas. Ignora que con florecitas mal plantadas no embellece a la ciudad, e ignora que los ciudadanos tienen prioridades mayores que su inútil cabaña-internet en medio Parque Juárez, adefesio que ella ignora cómo rompe con la armonía estética y la tranquilidad de los paseantes asiduos al lugar. De hecho todo esto lo hace porque ignora cómo resolver los problemas de una ciudad que ignora cómo gobernar. Por ejemplo, ignora cómo resolver la vialidad en Xalapa, e ignora cómo acabar con la corrupción en su dirección de Tránsito. De hecho, ignora cómo acabar con la corrupción de todas las áreas del ayuntamiento, como los supervisores de reglamentos, que ella ignora cómo permiten la presencia de los ambulantes en las calles. También ignora cómo elaborar un Plan de Desarrollo Municipal, por eso se esconde detrás de sus demagógicos foritos que, por cierto, también ignora cómo organizar. Lo hace así porque, por supuesto, ignora cuáles son las necesidades de Xalapa. Ignora cuánta población hay, ignora cuántas colonias existen, ignora cuántas calles necesitan pavimento, luz o agua, e ignora cuánto dinero se requiere para cubrir estas necesidades. Ignora, claro, de dónde va a sacar ese dinero e ignora cómo deberá aplicarlo. ¡Caramba, si Mr. Cat ya nos mostró que ignora que su palacio se le cae a pedazos, y hasta ignora cómo escribir correctamente un aviso de precaución! 

Así pues, ya que ignora cómo gobernar nuestra ciudad porque ignora cómo hacer su trabajo, ha decidido ignorar a los ciudadanos xalapeños, ignorar sus peticiones, sus demandas y necesidades, convirtiéndonos en una ciudad de ignorados, gobernados por una ignorante. 

¡Cuánta pinche ignorancia, caray!

Ignoro si gustan un cafecito, ¿quieren?.