viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Informe? ¿Cuál?


NO. Para nada. En lo absoluto. Definitivamente no. Para que quede muy claro, NI MADRES. No pienso hacer absolutamente ningún pinche comentario sobre el último informe del gobernador Fidel Herrera. De hecho, ¿cuál informe?, ¡ni siquiera fue un informe!, ¡ni un mensaje! No habría diferencia si le hablara al espejo. ¡De por sí sólo le habla al espejo!. Lo suyo fue un monólogo… “¡Pero qué chingón soy!” … ¿ah, qué no lo dijo así?, pues con decirlo nos hubiera ahorrado toda su pinche demás perorata.

Punto. No diré más. No voy a darle más importancia de la que tuvo. NINGUNA.
¡Carajo, si hasta me enfermé después de oírlo! (¿o qué, no me extrañaron?).
Así que no más. Fin.

¿Cafecito?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cambio de Olla

Llegaron los nuevos legisladores y su presentación deja mucho que desear. La nueva legislatura no nos da visos de nada promisorio y eso, es una verdadera lástima. Apenas están comenzando y me ofertan la sensación de estar viendo una secuela del Parque Jurásico de Spielberg pero con guión de Monsiváis y asesoría de Germán Dehesa: un desafortunado desfile de baby-dinos y dino-oldies que resucitan los más anquilosados y anacrónicos discursos verbales y de actitud.
De hecho ya nos mostraron de qué nivel va a estar la cosa: su sesión de arribo fue una apología a la vieja escuela, con accesos vedados, porras y gritos a la más vieja usanza. Y luego, su reunión con el flamante gobernador electo, plagada de actitudes como extraídas de las mejores lecciones de historia de San Garabato Cuc., con risotadas ostentosas para chistes malos y de mal gusto.
De los oldies llegan los más reticentes, los no-negociadores, los desesperados por prevalecer. Precisamente los de actitud más reaccionaria. Los babys llegan con una dualidad: los viejos apellidos con nuevas caras (casi) y los sin-nombre ni pasado fabricados ex profeso durante los últimos seis años.
Es, sin duda, el esquema que nos hereda el “nuevo” gobierno: un gobernador prefabricado e impuesto y sin mando propio, una alcaldesa creada desde una falsa plataforma “social” (de la que en su momento fue expulsada por el propio Jorge Garralda, cuando años ha percibió la simulación), y un gabinetazo en el que nos obvian las negociaciones de la administración saliente: las coberturas de cuotas, los pagos de adeudos, y hasta los caprichitos.
Y mientras tanto, los salientes tienen vueltas locas todas las oficinas gubernamentales con la famosa “entrega”, convertida en el más frenético proceso de saqueo y destrucción. Saqueo de todo lo que se pueda omitir de los inventarios y destrucción de todo lo que se tenga interés en desaparecer y no reportar. Es un acto absolutamente lastimoso por lo descarado. Y por esto votamos.
¿Café con leche para los babys?